top of page

¡Nuestra conexión, mamá - bebé!


En donde se meconio el niño, fue lo primero que escuche cuando me estaban haciendo la cesárea, fue inevitable pensar en ese momento con mis ojos cerrados: mi hijo ya nació, ¿en dónde está su llanto liberador?, de ese que nos enseñan en las películas, ¿Por qué no lloró, si ya nació?; mi reacción fue abrir los ojos y dirigir mi mirada a ese lugar que estaba a mi izquierda en el que sabía que estaban su primera muda de ropa, su cobija y su pañal; y lo que vi no pudo ser más desolador, mi hijo desnudo, con enfermeras y el pediatra a su alrededor, todos mirándolo, callados y con sus cabezas simplemente diciendo NO, ¿No qué?, mi hijo no se movía, no respondía; en ese momento sentí como si estuviera en una película en la que no quería ser la protagonista, ¿Qué estaba pasando?. Las enfermeras se percataron que mi mirada estaba allí, que lo único que faltaba era que mi cuerpo físico pudiera levantarse de la camilla para estar ahí parada, pero mi corazón estaba ahí con ellos; así que ocuparon los espacios abiertos alrededor de mi hijo y no lo pude seguir viendo, con el mayor temor del mundo, con la sensación de que no me estaba pasando esto, cerré mis ojos con la única intención de hacer lo que podía hacer en ese momento, orar!.


No tengo noción del tiempo, no recuerdo si oré mucho o poco, solo sé que cuando abrí mis ojos mi hijo ya no estaba, pero su cobija, su ropita seguían en el mismo lugar, en ese momento lo único que pensé es en donde está mi hijo sin sus cositas, y empecé a preguntar ¿Dónde está mi hijo?, ¿Dónde está mi hijo?...., sin recibir respuesta de las personas que estaban ahí haciendo lo correspondiente con la cirugía.


Mi embarazo fue muy bueno, sin contratiempos, es más trabaje igual o más que antes, con el simple afán de demostrar que el hecho de que estuviera embarazada no limitaba mis capacidades y era igual de competitiva; cuando me preguntaban cómo iba a ser el parto siempre respondía “parto natural” (y mi consciente inmediatamente completaba esta frase con el pensamiento de sí otras más débiles pueden yo también); algunos días me asaltaban pensamiento de temor, de que todo no podía estar tan bien, que en cualquier momento algo podía pasar, así que cada ecografía era liberadora, porque como dije anteriormente todo estaba siempre bien.

Llego el día el parto, después de 8 horas aproximadas de estar en la clínica, fui llevada a la sala de parto, estuve en la camilla de parto, pujé, pero no pude, no fui capaz; así que fui llevada a cirugía para realizar cesárea de emergencia..

Al cabo de unos minutos, llegó mi ginecólogo, mi hijo estaba en Cuidados intensivos, pero ya respiraba, ya estaba rosado, seguía esperar su evolución..

El nacimiento de Rafael trajo consigo preguntas, cuestionamientos, así que inicié un proceso de encuentro conmigo, he estado buscando y encontrando mi propia sombra, y hoy he entendido que lo que le sucedió a mi hijo, fue mi responsabilidad, el solo estaba manifestando lo que yo no había exteriorizado, estaba haciendo uso de nuestra conexión:

  • Siempre afirme que lo que no me gustaba del embarazo, era haber perdido el control de mi cuerpo, así que mi parto fue una No elaboración de manera consciente de mi desprendimiento, por lo tanto no fui capaz de abrir mi cuerpo y entregarlo al nacimiento de mi hijo; no solté el control, por eso me correspondió cederlo a otro por medio de la cesárea no contemplada.

  • Me ocupe especialmente de los aspectos corporales, caminar, comprar la ropa, la cuna; pero no me ocupe de manera consciente de mis pensamientos, no entrené mi mente; otra de mis afirmaciones soy una mujer práctica, funcional, un parto es mágico, tiene su mística, y para esto hay que prepararse.

  • Mi hijo se tomó su tiempo para realmente nacer, no hay afán, no hay que demostrarle nada a nadie, haz una pausa!

Hoy Rafael tiene 18 meses, es un niño hermoso como todos y me ha impulsado a hacerme esas preguntas incomodas, a sanar, me ha llevado a ir creciendo cada día más como mujer y a entrenarme para ser mi mejor versión.

Cada día es un entrenamiento, un reconocer, un crecer, es un recordar quien soy.. y tú ¿Quién ERES?

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Icono social Instagram
  • Facebook Basic Square
bottom of page